
 
86°   aniversario
La ANP,   vanguardia del derecho del pueblo a informar y ser   informado
 
La conmemoración del 86° aniversario de   la fundación de la histórica Asociación Nacional de Periodistas del Perú   constituye un acto de gran trascendencia para un país como el nuestro que   estima, sobremanera, la importancia que tiene la libertad de prensa, sustento   fundamental de la democracia y los derechos humanos. Significa, al mismo tiempo,   la culminación de una hermosa etapa cargada de luchas y reivindicaciones, en las   que la ANP ha sido vanguardia en defensa del derecho del pueblo a informar y ser   informado, así como el inicio de otra, con una agenda hasta hace poco inédita y   polémica, que convoca al diálogo constructivo para reflexionar sobre la libertad   de expresión y su relación con el derecho a la comunicación, la concentración de   la propiedad de los medios, la autorregulación de los mismos, al igual que las   garantías y las responsabilidades que incumben al Estado como a la empresa,   respecto al ejercicio del trabajo periodístico.
 
La ANP se siente   orgullosa, pero no satisfecha, del camino recorrido desde aquel lejano 21 de   julio de 1928. Sabe que tiene nuevas tareas en una sociedad que afronta cambios   políticos, sociales y económicos, que pueden traducirse en desarrollo y   bienestar de los diferentes estamentos de la colectividad nacional, sobre todo   de los peruanos y peruanas que no están libres del olvido y la miseria. En ese   sentido reconoce que las jornadas a cumplir son complejas y difíciles. Asume que   la democratización de la información y la comunicación pasa por potenciar una   nueva relación de las audiencias con los medios y de un accionar ciudadano como   contrapoder necesario al poder mediático, tal como la oposición y la   discrepancia son fundamentales para la democracia.
 
En este momento   crucial para el futuro de la patria, la Asociación Nacional de Periodistas del   Perú recuerda que nació por esfuerzo de quienes llegaron a la convicción que los   gremios son grandes cuando sirven de apoyo y de guía de los trabajadores del   intelecto, cuando los hombres y las mujeres de prensa fomentan, con su labor   comunicacional la crítica ciudadana desde diferentes instancias, cuando ella es   exigente con respecto a la calidad de la oferta mediática y cuando participan   activamente en el fortalecimiento de la libertad de expresión, en su doble   dimensión, tanto como derecho de todos y como responsabilidad social que se   concreta con una información respetuosa de la dignidad de la persona humana,   plural, sin censura previa, independiente de todos los poderes políticos y   económicos, de los poderes fácticos.
 
El mandato de la asamblea   general que le dio origen, hace 86 años, señaló su destino como un punto de   encuentro, un espacio plural y democrático para la reflexión, el debate y la   propuesta sobre los más variados temas del trabajo de la comunicación y el   periodismo. Por eso, su prédica rica en doctrina humanista, sus jornadas   reivindicativas y sus servicios simbolizan la unidad de todos los periodistas   más allá de credos o ideologías. El mismo hecho, en palabras de sus fundadores,   de estar formada por periodistas que aportaban a las empresas editoras el   valioso contingente de sus energías y conocimientos en esta brega incesante que   es la actividad y la vida misma de los periódicos, del mismo modo, adicionamos,   ahora nuestro gremio tiene en sus filas a periodistas emprendedores que   autogestionan sus propios medios de comunicación. Tal la respuesta a un mundo en   constante transformación. Asimismo, si ayer la ANP contó con dirigentes que se   enfrentaron a los desafíos de una sociedad conservadora, abusiva y prepotente,   del mismo modo, tiene hoy en la capital y en todo el territorio nacional,   dirigentes que no se dejan avasallar por los excesos del poder, ese poder que   pretende hacer creer a la ciudadanía que la impunidad y el perdón anticipado son   fundamentos en un Estado de derecho. Ellos, ellas, son los mismos que han   asumido el reto de los enormes cambios tecnológicos, que están preparados para   participar en el surgimiento de nuevos medios, comprometidos con la realidad   política y social del país y que han captado el espíritu del tiempo, de los   tiempos actuales, que nos dice cuán trascendente es que la ciudadanía pueda   disfrutar, más temprano que tarde, de la diversidad y acceso equitativo a los   medios de comunicación.
 
La ANP autónoma, independiente, así como hace 86 años,   conformada por hombres y mujeres, periodistas todos, sigue escribiendo, con la   tinta del ejemplo, nuevas páginas de la historia del gremio de la prensa. Tiene   el poder de la palabra serena, de la propuesta responsable, de la decisión   consecuente.
 
 
  
¡Viva la gloriosa ANP!
¡Viva el periodismo   libre!
¡Viva, nuestra patria, el Perú!
 
 Lima, 21 de julio del 2014
 
Roberto Mejía Alarcón
Presidente   ANP
 
  
Luis Alberto Vásquez   Vásquez                      
 
Secretaria general   ANP
Bertha Fiestas   Díaz                                       
Secretaria de Organización   ANP                      
 
Secretaria de Comunicaciones ANP