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lunes, diciembre 12, 2005

PRENSA EN AMÉRICA LATINA: las amenazas ocultas

"RED MUNDIAL DE PERIODISTAS CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO Y LA CORRUPCION"

Por Danilo Arbilla
10/12/05 11:28

La cifra de periodistas asesinados en el continente latinoamericano más de doscientos en 10 años, cinco en los últimos tres meses de 1999 encabeza habitualmente los informes sobre la Libertad de Prensa en el hemisferio.
Los números producen impacto, pero no son totalmente ilustrativos de cual es la realidad. No dicen por ejemplo que el 90 por ciento de los asesinados corresponde a dos o tres países, con Colombia, donde se vive un múltiple conflicto armado -guerrilla, narcotraficantes, paramilitares y el ejército nacional- a la cabeza.
La mera consignación de las cifras, entonces, puede llevar a confusión y a un distorsionamiento de la realidad. A veces, dando la idea de que se vive una situación mucho más trágica y en otros casos desviando la atención hacia lo que causa más sensación, ignorándose problemas en esencia muchos más profundos, más graves y más preocupantes. Esto último, lamentablemente, es lo que pasa con respecto a Latinoamérica.
En efecto, más importante que los asesinatos es que casi el 100% de esos crímenes están sin aclarar y los responsables siguen libres. Una impunidad total, con alguna excepción como la del fotógrafo argentino José Luis Cabezas, cuyos ase - si nos han sido juzgados y castigados, pero que requirió la voluntad de toda una sociedad indignada por el crimen y de una permanente prédica periodística por justicia.
Nadie puede dudarlo: más grave que los asesinatos, es la impunidad. Esta ausencia de justicia, por otra parte, no marca simple y exclusivamente un déficit en la aclaración de asesinatos de periodistas, sino que nos muestra una falencia y deterioro del estado de derecho que afecta a toda las sociedad y que incide rápida y fuertemente en la libertad de expresión y el derecho a la información de los ciudadanos.

La libertad de prensa siempre es la primera afectada. Lo es en los golpes de estado, cuando se instalan las dictaduras, en los regímenes totalitarios y también cuando las democracias comienzan a flaquear, cuando sus instituciones no funcionan, cuando aparece la corrupción. Y la libertad de prensa no solo es la primera víctima, sino que se la transforma en un chivo expiatorio y se la señala como la causa de todos los males. Mucho de esto esta ocurriendo en Latinoamérica.
Hace dos décadas los piases latinoamericanos comenzaron a desembarazarse de las dictaduras militares y, salvo en Cuba, la democracia se reinstalo. Pero esta nueva democracia no se consolido en todos los piases del subcontinente y hoy en varios de ellos hablar de democracia es tratar de mantener una fachada y plantear una hipocresía.
Desde ya se sabe que no se puede hablar de democracia si el gobierno no es elegido por el pueblo, pero tampoco la existencia de elecciones y que los ciudadanos puedan votar cada determinado periodo, basta para que funcione la democracia.
En muchos piases las dificultades económicas, las políticas demagógicas, la falta de estatura de los dirigentes y el mal funcionamiento de los partidos políticos, conspiró contra el afianzamiento democrático. La existencia de libertad de prensa ha permitido denunciar y señalar estos problemas y otros paralelos y derivados, como lo son el deterioro del Poder Judicial y la corrupción.
En varios países este estado de cosas degenero en la aparición de hombres fuertes, con apoyo popular incluso, pero que desconocen los requisitos democráticos básicos y donde la justicia depende o esta sometida al poder central y los parlamentos o asambleas son complaciente o están atemorizadas. Tales los casos, con algunas diferencias y matices, de Perú y Venezuela .
La libertad de prensa en esos piases esta amenazada. Fujimori utiliza una justicia obediente para justificar sus ataques que van desde quitarle la ciudadanía al propietario de un canal de TV y entregar este a los socios minoritarios, hasta el hostigamiento continuo mediante distintosmecanismos de los periodistas y medios independientes. Chavez, en
Venezuela, amenaza e insulta a la prensa independiente, tiene programas propios de radio y televisión y hasta ha creadoun diario presidencial con notorio apoyo del Estado que el maneja. Además, con la guía de su canciller, José VicenteRangel, un viejo enemigo de la verdadera libertad de prensa pero a la vez abusador de ella, ha hecho instalar en la propia Constitución la doctrina del "derecho a la información imparcial, veraz y oportuna". Ambos, Chavez y Rangel, dijeron estar en contra, pero notoriamente para guardar las apariencias, porque la Constituyente que respondía al presidente lo estampo en la carta constitucional.En otros piases la prensa es víctima directa del gobierno central que mediante medidas administrativas y otros mecanismos castiga o premia a los medios según sus líneas editoriales e informativas. El manejo de créditos de bancos oficiales y la discriminación en el otorgamiento de publicidad del Estado son los instrumentos más utilizados, como ha ocurrido en países como Uruguay y Puerto Rico, para citar dos de los más notorios.Los proyectos de leyes de prensa a consideración del Parlamento, como en Brasil, o la ya existencia de leyes de prensa limitativas en varios países -Chile, Uruguay, Ecuador, Colombia, México, Venezuela,- constituyen una permanente y creciente amenaza.Pero con todo, en los últimos tiempos el peligro mayor ya no esta en los poderes ejecutivos ni en los parlamentos, sino que surge del poder judicial y de los jueces. Donde la Justicia no es independiente o esta sometida, como hemos visto, no existe ningún tipo de garantías. Pero también esta la actitud de los jueces de varios países, que van desde Canadá hasta Argentina, que parecen creer que estan por sobre el juicio popular y no admiten para sus tareas el control de los ciudadanos que les pagan sus sueldos y en cuyo nombre arbitran justicia. Apuntalados por leyes ,gen casos, y fundamentados en una especie de jurisprudencia antilibertad de prensa los jueces se han transformado en el mayor riesgo para el ejercicio del periodismo. En algunas partes han sido definido como "leyes de desacato o insulto vivientes" o como los mayores obstáculos para el ejercicio de la libertad de expresión y la transparencia democrática.",

Venezuela, amenaza e insulta a la prensa independiente, tiene programas propios de radio y televisión y hasta ha creadoun diario presidencial con notorio apoyo del Estado que el maneja. Además, con la guía de su canciller, José VicenteRangel, un viejo enemigo de la verdadera libertad de prensa pero a la vez abusador de ella, ha hecho instalar en la propia Constitución la doctrina del "derecho a la información imparcial, veraz y oportuna". Ambos, Chavez y Rangel, dijeron estar en contra, pero notoriamente para guardar las apariencias, porque la Constituyente que respondía al presidente lo estampo en la carta constitucional.

La libertad de prensa siempre es la primera afectada. Lo es en los golpes de estado, cuando se instalan las dictaduras, en los regímenes totalitarios y también cuando las democracias comienzan a flaquear, cuando sus instituciones no funcionan, cuando aparece la corrupción. Y la libertad de prensa no solo es la primera víctima, sino que se la transforma en un chivo expiatorio y se la señala como la causa de todos los males. Mucho de esto esta ocurriendo en Latinoamérica.

Hace dos décadas los piases latinoamericanos comenzaron a desembarazarse de las dictaduras militares y, salvo en Cuba, la democracia se reinstalo. Pero esta nueva democracia no se consolido en todos los piases del subcontinente y hoy en varios de ellos hablar de democracia es tratar de mantener una fachada y plantear una hipocresía.
Desde ya se sabe que no se puede hablar de democracia si el gobierno no es elegido por el pueblo, pero tampoco la existencia de elecciones y que los ciudadanos puedan votar cada determinado periodo, basta para que funcione la democracia.
En muchos piases las dificultades económicas, las políticas demagógicas, la falta de estatura de los dirigentes y el mal funcionamiento de los partidos políticos, conspiró contra el afianzamiento democrático. La existencia de libertad de prensa ha permitido denunciar y señalar estos problemas y otros paralelos y derivados, como lo son el deterioro del Poder Judicial y la corrupción.
En varios países este estado de cosas degenero en la aparición de hombres fuertes, con apoyo popular incluso, pero que desconocen los requisitos democráticos básicos y donde la justicia depende o esta sometida al poder central y los parlamentos o asambleas son complaciente o están atemorizadas. Tales los casos, con algunas diferencias y matices, de Perú y Venezuela.
La libertad de prensa en esos piases esta amenazada. Fujimori utiliza una justicia obediente para justificar sus ataques que van desde quitarle la ciudadanía al propietario de un canal de TV y entregar este a los socios minoritarios, hasta el hostigamiento continuo mediante distintos mecanismos de los periodistas y medios independientes. Chavez, en
Venezuela, amenaza e insulta a la prensa independiente, tiene programas propios de radio y televisión y hasta ha creadoun diario presidencial con notorio apoyo del Estado que el maneja. Además, con la guía de su canciller, José VicenteRangel, un viejo enemigo de la verdadera libertad de prensa pero a la vez abusador de ella, ha hecho instalar en la propia Constitución la doctrina del "derecho a la información imparcial, veraz y oportuna". Ambos, Chavez y Rangel, dijeron estar en contra, pero notoriamente para guardar las apariencias, porque la Constituyente que respondía al presidente lo estampo en la carta constitucional.
En otros piases la prensa es víctima directa del gobierno central que mediante medidas administrativas y otros mecanismos castiga o premia a los medios según sus líneas editoriales e informativas. El manejo de créditos de bancos oficiales y la discriminación en el otorgamiento de publicidad del Estado son los instrumentos más utilizados, como ha ocurrido en países como Uruguay y Puerto Rico, para citar dos de los más notorios.
Los proyectos de leyes de prensa a consideración del Parlamento, como en Brasil, o la ya existencia de leyes de prensa limitativas en varios países -Chile, Uruguay, Ecuador, Colombia, México, Venezuela,- constituyen una permanente y creciente amenaza.
Pero con todo, en los últimos tiempos el peligro mayor ya no esta en los poderes ejecutivos ni en los parlamentos, sino que surge del poder judicial y de los jueces. Donde la Justicia no es independiente o esta sometida, como hemos visto, no existe ningún tipo de garantías. Pero también esta la actitud de los jueces de varios países, que van desde Canadá hasta Argentina, que parecen creer que estan por sobre el juicio popular y no admiten para sus tareas el control de los ciudadanos que les pagan sus sueldos y en cuyo nombre arbitran justicia. Apuntalados por leyes ,gen casos, y fundamentados en una especie de jurisprudencia antilibertad de prensa los jueces se han transformado en el mayor riesgo para el ejercicio del periodismo. En algunas partes han sido definido como "leyes de desacato o insulto vivientes" o como los mayores obstáculos para el ejercicio de la libertad de expresión y la transparencia democrática.

Venezuela, amenaza e insulta a la prensa independiente, tiene programas propios de radio y televisión y hasta ha creadoun diario presidencial con notorio apoyo del Estado que el maneja. Además, con la guía de su canciller, José VicenteRangel, un viejo enemigo de la verdadera libertad de prensa pero a la vez abusador de ella, ha hecho instalar en la propia Constitución la doctrina del "derecho a la información imparcial, veraz y oportuna".
Ambos, Chavez y Rangel, dijeron estar en contra, pero notoriamente para guardar las apariencias, porque la Constituyente que respondía al presidente lo estampo en la carta constitucional.En otros piases la prensa es víctima directa del gobierno central que mediante medidas administrativas y otros mecanismos castiga o premia a los medios según sus líneas editoriales e informativas. El manejo de créditos de bancos oficiales y la discriminación en el otorgamiento de publicidad del Estado son los instrumentos más utilizados, como ha ocurrido en países como Uruguay y Puerto Rico, para citar dos de los más notorios.Los proyectos de leyes de prensa a consideración del Parlamento, como en Brasil, o la ya existencia de leyes de prensa limitativas en varios países -Chile, Uruguay, Ecuador, Colombia, México, Venezuela,- constituyen una permanente y creciente amenaza.

Pero con todo, en los últimos tiempos el peligro mayor ya no esta en los poderes ejecutivos ni en los parlamentos, sino que surge del poder judicial y de los jueces. Donde la Justicia no es independiente o esta sometida, como hemos visto, no existe ningún tipo de garantías. Pero también esta la actitud de los jueces de varios países, que van desde Canadá hasta Argentina, que parecen creer que estan por sobre el juicio popular y no admiten para sus tareas el control de los ciudadanos que les pagan sus sueldos y en cuyo nombre arbitran justicia. Apuntalados por leyes ,gen casos, y fundamentados en una especie de jurisprudencia antilibertad de prensa los jueces se han transformado en el mayor riesgo para el ejercicio del periodismo. En algunas partes han sido definido como "leyes de desacato o insulto vivientes" o como los mayores obstáculos para el ejercicio de la libertad de expresión y la transparencia democrática.

Denunciar las dictaduras, condenar el asesinato de periodistas es necesario, pero además se trata de reclamos creíbles.
Ir contra leyes aprobadas bajo formalidades democráticas e identificar medidas gubernamentales discriminatorias, ya no es tan fácil y no todo el mundo alcanza a verlo claramente. Son ataques mas disimulados y sutiles, aunque tan efectivos y dañinos como el cierre de un periódico o la prisión de un periodista. Iguales dificultades para la defensa de la libertad de prensa plantean iniciativas en apariencia tan positivas como la "autorregulación", la "corregulación", los "códigos de ética". Pero aun mucho más difícil y menos creíble, es acusar a los jueces, a la Justicia, garantía y ultima reserva de los derechos humanos, de ser hoy uno de los principales problemas para la libertad de prensa en el continente latinoamericano.Sin embargo es así, y por eso es hoy el problema y la amenaza más seria.Danilo Arbilla es director del semanario informativo Búsqueda, en Montevideo, Uruguay. Es Primer Vicepresidente de la SIP,ex presidente del Comité de la SIP para la Libertad de Prensa y de Información, y antiguo corresponsal de Ámbito Financiero, de la revista argentina Somos, de O Estado de S. Paulo, Sao Paulo, Brasil y del Diario Las Américas, Miami, Florida.



Denunciar las dictaduras, condenar el asesinato de periodistas es necesario, pero además se trata de reclamos creíbles.

Ir contra leyes aprobadas bajo formalidades democráticas e identificar medidas gubernamentales discriminatorias, ya no es tan fácil y no todo el mundo alcanza a verlo claramente. Son ataques mas disimulados y sutiles, aunque tan efectivos y dañinos como el cierre de un periódico o la prisión de un periodista. Iguales dificultades para la defensa de la libertad de prensa plantean iniciativas en apariencia tan positivas como la "autorregulación", la "corregulación", los "códigos de ética". Pero aun mucho más difícil y menos creíble, es acusar a los jueces, a la Justicia, garantía y ultima reserva de los derechos humanos, de ser hoy uno de los principales problemas para la libertad de prensa en el continente latinoamericano.

Sin embargo es así, y por eso es hoy el problema y la amenaza más seria.Danilo Arbilla es director del semanario informativo Búsqueda, en Montevideo, Uruguay. Es Primer Vicepresidente de la SIP, ex presidente del Comité de la SIP para la Libertad de Prensa y de Información, y antiguo corresponsal de Ámbito Financiero, de la revista argentina Somos, de O Estado de S. Paulo, Sao Paulo, Brasil y del Diario Las Américas, Miami, Florida.