Lima, 15 de mayo del 2012
Estimados/as   compañeros/as:
El fallo de la justicia peruana del   último jueves 10 de mayo que absuelve al ex alcalde de Coronel Portillo, Luis   Valdez Villacorta de la autoría intelectual del crimen del periodista Alberto   Rivera Fernández, debe encontrarnos más movilizados que   nunca.
A pesar de que el Ministerio Público solicitó una pena de prisión de 20   años para el alcalde y el entonces gerente municipal de dicho municipio, Solio   Ramírez Garay, la Tercera Sala Penal para Reos Libres de Lima ha   determinado la absolución (Votos en mayoría de dos vocales de la Sala, Jorge   Egoávil y Jorge Barreto para quienes no existen indicios suficientes para   desvirtuar la presunción de inocencia de los acusados).
La única magistrada   que votó porque los condenen fue la Dra. Rosario Hernández. 
La actuación   de las autoridades de justicia en torno al caso del periodista Rivera,   ocurriendo el 21 de abril del 2004, evidencia de manera certera el grado de   impunidad que ensombrece los crímenes contra los comunicadores sociales en el   Perú.
Por ello, la ANP, como lo hizo hace poco más de ocho años   cuando expresó su consternación por el asesinato, batallará incansablemente,   movilizando a sus 92 asociaciones provinciales y solicitando la solidaridad de   los sindicatos y demás organizaciones nacionales e internacionales de   periodistas para que demanden del Poder Judicial una correcta valoración de las   pruebas que señalan a Luis Valdez Villacorta y Solio Ramírez   Garay como autores intelectuales del crimen. Agradeceremos hacer llegar sus   comunicaciones dirigidas al Dr. César San Martín Castro, Presidente de la Corte   Suprema del Perú, a: anp@amauta.rcp.net.pe con   el fin de ingresarlas en conjunto por mesa de partes del Poder   Judicial.
Sin otro particular y expresando nuestra solidaridad   institucional a la familia, renovamos nuestro compromiso de movilizarnos hasta   lograr justicia en este caso. Sólo así nuestro colega descansará en paz y los   enemigos de la libertad de prensa sabrán que cuando se asesina a un periodista   no se silencia, sino que se moviliza a una sociedad en su   conjunto.
Fraternalmente,
Zuliana Lainez
Secretaria   general ANP
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Mayores datos del caso
El periodista Alberto Rivera Fernández fue asesinado a balazos   por dos sicarios el 21 de abril del 2004. El periodista acusó a través de su   programa radial al alcalde de Coronel Portillo Luis Valdez Villacorta de   ser el cabecilla de una banda de narcotraficantes. A raíz de sus investigaciones   y denuncias recibió amenazas por las que, expresamente, responsabilizó al   entonces alcalde si algo le ocurría.
Los   autores materiales del hecho fueron identificados y sancionados. El año 2006, la   Corte Suprema de Justicia confirmó la condena a Martín Flores Vásquez, Roy   Culqui Saurino, Tercero Samuel Gonzáles Pinedo, Edwin Pinedo y Ángel Mendoza   Casanova. El año 2008, la misma instancia ratificó la condena contra Lito Fasabi   Pizango, autor material del disparo, y Alex Panduro Ventura, guardaespaldas del   ex gerente municipal Ramírez Garay.
Durante el proceso, el Ministerio Público y la defensa del   periodista demostraron que ninguno de los condenados tenía razones para asesinar   al periodista y que la única persona interesada en silenciar sus denuncias era   el alcalde Valdez. También lograron vincular a los sicarios Roy Culqui y Martín   Flores con Valdez y su ex gerente municipal a través de contratos de trabajo.   Otro de los condenados, Panduro Ventura, reconoció como suyas las cartas en las   que señala que se desempeñó como seguridad del ex gerente municipal y que fue   Valdez quien dio la orden de "tumbar" al periodista.
En enero del 2011, la Sala Suprema Penal Transitoria anuló una   segunda sentencia absolutoria de Valdez porque el tribunal que los juzgó   incurrió en defectos estructurales insubsanables en relación con no contrastar   pruebas, no valorizar entrevistas e informaciones periodísticas, no investigar   el cambio de testimonio de testigos, entre otras graves irregularidades. La   instancia suprema ordenó nombrar nuevos jueces superiores para un nuevo proceso   oral.
La causa se inició en mayo pasado, pero la Tercera Sala volvió   a incurrir en los mismos vicios, negándose a calificar como pruebas válidas la   relación de Valdez con el narcotráfico. Su principal obligación era valorar esas   pruebas, pero los dos magistrados han hecho, precisamente, lo contrario, es   decir, descalificarlas, renunciando a su obligación de resolver cuál fue el   móvil del crimen. La defensa y la fiscalía apelaron el fallo, y la batalla   contra la impunidad continúa. (Fuente: Diario La   República).
