Con una actitud tan incomprensible como irracional, personal del Espacio Cultural Metropolitano, golpeó a la compañera periodista Ivet Rodríguez con un portazo que a la postre le causó un severo hematoma en el cuero cabelludo. Y es que cuando todos los colegas nos disponíamos a entrar al Teatro Metropolitano para dar cuenta a la comunidad de un evento que los jubilados y pensionados de la FSTSE realizaban, Patricia Morris Alaba, coordinadora de Difusión y Relaciones Públicas se interpuso justo cuando Ivet empezaba a abrir la puerta, evitándole el paso ella, y aventándole un "portazo" mismo que le generó "una inflamación".
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La acción, fue reprobada de inmediato por todos los compañeros, por lo que en solidaridad con ella no se dio cobertura al evento.
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De inmediato, vinieron las disculpas de que "había actuado así porque era un evento cerrado, sólo para los integrantes de la FSTSE", argumento que podía ser válido y hasta correcto, pero de ninguna manera la actitud de la nueva funcionaria del METRO, quien así se estrena ante los medios, ya que ahora sí, le dio "con un palmo en las narices" a la compañera.
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Las preguntas de rigor son: ¿cómo una funcionaria de "Relaciones Públicas" puede actuar así, sin un mínimo de sensatez, agrediendo a una compañera?, ¿De donde salió este tipo de personal que por lo visto no tiene la mínima preparación para desarrollar su trabajo?,
¿Quien se atreve a darle un cargo de este tipo a una persona que se nota que no sabe cuales son sus funciones?
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Sin duda, que Elvia Altamirano deberá llamarle la atención y hacerle una severa reprimenda para evitar que esta clase de funcionarias sigan actuando de esta manera, porque ensombrecen la imagen del ECM y la de ella misma, porque estamos seguros que no fue por ordenes suyas que esta aprendiz de funcionaria haya tenido tan impropio comportamiento por decir lo menos.
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Personal como ese desmerece la función y el esfuerzo que durante mucho tiempo han desarrollado gente como Elvia Altamirano y la mismísima Sra. Gilda Apeddole para dignificar este espacio de cultura en beneficio no sólo de los Tampiqueños sino de la ciudadanía de la región, para que una niña que se siente hecha a mano venga a echar por tierra el esfuerzo de tanto tiempo.