La Asociación Nacional de Periodistas del Perú, en esta fecha tan signada en la lucha por el reconocimiento de derechos, recuerda la gesta dramática de aquellas mujeres trabajadoras textiles que perdieron la vida hace más de un siglo en Nueva York. En ellas a todas las trabajadoras del mundo que durante siglos han sido víctimas de marginación, discriminación y exclusión.
La hazaña de ese centenar de mujeres que murieron en un hecho que conmocionó a la opinión pública no fue en vano. A partir de ese nefasto marzo de 1911 las mujeres forjaron un tejido sindical y social que movilizó a las y los trabajadores de todos los continentes en procura de mejores condiciones de vida y trabajo.
El Perú no ha sido la excepción. Sin embargo se ha avanzado a paso lento. El pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y el permanente llamado a la igualdad siguen siendo una agenda pendiente en un país marcado por los altos índices de mortalidad materna, el feminicido, las brechas salariales, la discriminación en el empleo y un sinnúmero de problemáticas que demandan del Estado garantías para un acceso igualitario a la educación, oportunidades de trabajo, salarios, respeto, dignidad, participación, protección frente a la violencia y a tantos otros abusos que las mujeres peruanas, sobre todo mujeres trabajadoras, deben sortear a diario.
En esta fecha de especial significado universal, la ANP quiere rendir especial homenaje a las periodistas peruanas, en la figura de Angela Ramos, primera reportera, Rosa Hernando, primera locutora y Magda Portal, quienes escribieron con sus acciones las más hermosas páginas de la épica historia del gremio de los periodistas en el Perú.
En ellas recordamos también a todas aquellas mujeres periodistas que perdieron la vida en el ejercicio de la profesión, víctimas de la demencial violencia senderista y del propio terrorismo de Estado de las décadas del ochenta y noventa. A todas esas compañeras decirles que no las olvidamos, que la valentía con que defendieron el derecho a la palabra en los más recónditos rincones del país sigue inspirando la lucha diaria de las generaciones de ayer y hoy.
En esta fecha, además, la ANP reconoce con orgullo a aquellas mujeres que han asumido su rol histórico de manera hidalga. Hoy son muchas las que presiden nuestras Asociaciones Provinciales, son otras tantas las que desempeñan altas responsabilidades en el Comité Ejecutivo Nacional y en el Buró diario. Esos nombres, que escriben la historia de hoy, son testimonio certero que en la ANP la igualdad real no es un promesa, es una realidad que se ejercita en la brega diaria, que no se queda en el lenguaje inclusivo sino que trasciende a las acciones pensadas y actuadas por hombres y mujeres que hoy, a casi 84 años de fundación del gremio, siguen demostrando que la defensa de los derechos no es cuestión de un día, sino de todos los días.
La hazaña de ese centenar de mujeres que murieron en un hecho que conmocionó a la opinión pública no fue en vano. A partir de ese nefasto marzo de 1911 las mujeres forjaron un tejido sindical y social que movilizó a las y los trabajadores de todos los continentes en procura de mejores condiciones de vida y trabajo.
El Perú no ha sido la excepción. Sin embargo se ha avanzado a paso lento. El pleno ejercicio de los derechos de las mujeres y el permanente llamado a la igualdad siguen siendo una agenda pendiente en un país marcado por los altos índices de mortalidad materna, el feminicido, las brechas salariales, la discriminación en el empleo y un sinnúmero de problemáticas que demandan del Estado garantías para un acceso igualitario a la educación, oportunidades de trabajo, salarios, respeto, dignidad, participación, protección frente a la violencia y a tantos otros abusos que las mujeres peruanas, sobre todo mujeres trabajadoras, deben sortear a diario.
En esta fecha de especial significado universal, la ANP quiere rendir especial homenaje a las periodistas peruanas, en la figura de Angela Ramos, primera reportera, Rosa Hernando, primera locutora y Magda Portal, quienes escribieron con sus acciones las más hermosas páginas de la épica historia del gremio de los periodistas en el Perú.
En ellas recordamos también a todas aquellas mujeres periodistas que perdieron la vida en el ejercicio de la profesión, víctimas de la demencial violencia senderista y del propio terrorismo de Estado de las décadas del ochenta y noventa. A todas esas compañeras decirles que no las olvidamos, que la valentía con que defendieron el derecho a la palabra en los más recónditos rincones del país sigue inspirando la lucha diaria de las generaciones de ayer y hoy.
En esta fecha, además, la ANP reconoce con orgullo a aquellas mujeres que han asumido su rol histórico de manera hidalga. Hoy son muchas las que presiden nuestras Asociaciones Provinciales, son otras tantas las que desempeñan altas responsabilidades en el Comité Ejecutivo Nacional y en el Buró diario. Esos nombres, que escriben la historia de hoy, son testimonio certero que en la ANP la igualdad real no es un promesa, es una realidad que se ejercita en la brega diaria, que no se queda en el lenguaje inclusivo sino que trasciende a las acciones pensadas y actuadas por hombres y mujeres que hoy, a casi 84 años de fundación del gremio, siguen demostrando que la defensa de los derechos no es cuestión de un día, sino de todos los días.
Lima, 8 de marzo del 2012
Roberto Mejía Alarcón
Presidente ANP
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL