Marisa Babiano Puerto
No es por narices, pero con ellas sustentamos el olor que disimuladamente enmascaran los perfumes de los que se visten con los atuendos de la función pública.
Si no, que nos digan quienes no son los que entienden de perfumes más caros, para terminar pagándolos con el descrédito de los más humildes. La libertad de elegir es la responsabilidad del que ofrece el chitón, regalándonos día sí y día también una escusa para confeccionar los álbumes con todas sus fotos escogidas, las de cámaras digitales de quita y pon.
¿Dónde quedaron las viejas cámaras que regalaban sucesos inesperados al sumergirse en el líquido revelador con la iluminación roja...?
¿Quién soporta tanta fragancia de escaparate...?
Quizá, otro día u otra noche será.
Como siempre fue un placer realizar este trabajo y compartirlo con ustedes.
Cualquier persona que quiera una de mis viñetas o una caricatura personal
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