Cuarta y última entrega sobre el coste del periodismo y los periodistas asesinados en los distintos lugares del mundo. El artículo pertenece a Arne König, Presidente de la Federación Europea de Periodistas. Este texto está incluido en la versión impresa de la Lista de periodistas asesinados en 2010 de la Federación Internacional de Periodistasy que la FIP acaba de publicar (en español, francés e inglés).
Cinco periodistas y colegas fueron asesinados en Europa en 2010. Los asesinos no querían que hicieran su trabajo, que contaran lo que habían visto o sabían.
Said, Socratis, Grigorijs, Cevdet y Boris Nikolov son nombres que seguramente no resultan familiares. Eran colegas nuestros. Pagaron el máximo precio por el periodismo y fueron asesinados. Ahora ya sabe usted sus nombres. Creemos que no deben ser olvidados.
El profesor sueco de medios de comunicación Stig Arne Nohrtedt es muy claro en su investigación: en estos tiempos, cuando un periodista es asesinado, no es por azar. Era el objetivo de los asesinos. Este tipo de muertes no son “daños colaterales”. ¿Y por qué razón se convirtieron en los objetivos? Si los periodistas están en una zona de guerra, los militares no quieren que informen de que en las guerras modernas la inmensa mayoría de las víctimas son civiles. En tiempos de paz, los periodistas son también el objetivo para evitar que cuenten la verdad.
Los mencionados en el informe anual de la FIP son aquellos en los que –tras revisar atentamente sus casos- la Federación Europea de Periodistas ha establecido la certeza de que hay relación entre las muertes y el trabajo de las víctimas, aunque otros periodistas también hayan muerto o desaparecido en circunstancias sospechosas.
Oleg Bebenin, otro colega y fundador de Charter 97, en Bielorrusia, ...
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Cinco periodistas y colegas fueron asesinados en Europa en 2010. Los asesinos no querían que hicieran su trabajo, que contaran lo que habían visto o sabían.
Said, Socratis, Grigorijs, Cevdet y Boris Nikolov son nombres que seguramente no resultan familiares. Eran colegas nuestros. Pagaron el máximo precio por el periodismo y fueron asesinados. Ahora ya sabe usted sus nombres. Creemos que no deben ser olvidados.
El profesor sueco de medios de comunicación Stig Arne Nohrtedt es muy claro en su investigación: en estos tiempos, cuando un periodista es asesinado, no es por azar. Era el objetivo de los asesinos. Este tipo de muertes no son “daños colaterales”. ¿Y por qué razón se convirtieron en los objetivos? Si los periodistas están en una zona de guerra, los militares no quieren que informen de que en las guerras modernas la inmensa mayoría de las víctimas son civiles. En tiempos de paz, los periodistas son también el objetivo para evitar que cuenten la verdad.
Los mencionados en el informe anual de la FIP son aquellos en los que –tras revisar atentamente sus casos- la Federación Europea de Periodistas ha establecido la certeza de que hay relación entre las muertes y el trabajo de las víctimas, aunque otros periodistas también hayan muerto o desaparecido en circunstancias sospechosas.
Oleg Bebenin, otro colega y fundador de Charter 97, en Bielorrusia, ...
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